miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Quién es el más grande de los húngaros?

El 20 de agosto de 2013 en la celebración del día de San Esteban el Presidente Janos Áder citó a Esteban Széchenyi: “todo será difícil para uno pero nada será imposible para muchos”. Esa fue la única cita de su alocución. Los Jefes de Estado no improvisan los discursos de los días nacionales ni citan a cualquier persona en ellos. No creo que sea casual que en la presente coyuntura el Presidente húngaro cite a un patriota indiscutido que fue, además, un liberal conservador, un hombre moderado y un industrializador que conocía Europa y que sabía que Hungría no tenía por qué ser menos que sus vecinos. Aunque debería trabajar duro para alcanzarlos.

Esteban Széchenyi

La Residencia de la Embajada argentina se encuentra sobre una calle que lo homenajea (Széchenyi Emlekut) y desde mi llegada a Budapest me interesé por la obra de este gran hombre que después de luchar como militar contra Napoleón y de servir al ejército Habsburgo (1809-1825) comenzó a vivir los años más multifacéticos y fecundos de su vida. Por cualquiera de las siguientes razones merecería ser recordado para siempre:
Residencia de Esteban Széchenyi en Nagycenk
Interior de la residencia de E. Széchenyi en Nagycenk

-En 1825 donó el equivalente a un año de su renta para la fundación de la Academia de Ciencias.

-Impulsó, planificó y dirigió personalmente la regulación de los ríos Danubio y Tisza. La amenaza de las inundaciones (un problema de siglos) se transformó así en una oportunidad para exportar los productos húngaros al mundo.

-Construyó el Puente de las Cadenas, probablemente el más bello de los emblemas de Budapest, el Teatro Nacional y el túnel de la Colina de Buda.

-Al publicar su libro “El crédito” (1830) propuso la abolición de todo resto de feudalismo y se transformó en el precursor de la industrialización del país.

-Mediante la publicación de “Sobre los caballos” y la organización de carreras de equinos se transformó en el fundador del hipismo húngaro (ciertamente no por razones lúdicas ni deportivas sino por la importancia económica de la cría de animales).


Hombre del siglo 19, vivió intensamente todas las facetas de su vida. Como político fue partidario de los Habsburgo hasta que, en 1848, entendió que el bienestar y el progreso de Hungría requerían la revolución. A los 45 años se casó con la viuda de un antiguo amigo de quien había estado enamorado por mucho tiempo. A fines de 1848 fue internado en una clínica psiquiátrica y en los últimos años de su vida siguió publicando influyentes escritos políticos cuando su salud se lo permitía. Perseguido hasta el final por la policía austriaca se suicidó en 1860.

Su mansión y su tumba en Nagycenk pueden visitarse y reflejan con austera nobleza el carácter del personaje, aunque a Fabrizio, razonablemente, le pareció mucho más interesante el tren que lo recuerda como quien propulsó el uso del vapor en los transportes de Hungría.



Un audiovisual en el mausoleo donde descansan sus restos informa que entre sus descendientes, algunos viven actualmente en la Argentina. No conozco ninguna ciudad de Hungría que no lo incluya en su toponimia.

 

El día de su muerte, su rival político de toda la vida, Lajos Kossuth –mucho más radical en sus ideas democráticas- se refirió a Esteban Széchenyi como “el más grande de los húngaros”.Si esa es la definición de su gran adversario, no estoy en condiciones de agregar nada más.



sábado, 3 de agosto de 2013

Una larga historia de amor (Plitvicka Jezera - CROACIA - Viaje por los Balcanes II)

A lo largo de la vida, en nuestras exploraciones por bosques y montañas, muchas veces hemos caminado dos o tres horas para encontrar una caída de agua, punto culminante del viaje en el que nos detenemos  durante algunos minutos….para luego emprender el camino de regreso. En el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice (http://www.np-plitvicka-jezera.hr/) a los veinte minutos de entrar estás frente a veinte caídas de agua, y al seguir avanzando se te presentan más y más saltos, arroyos, miradores, lagunas de color turquesa, borbotones y cascadas que forman un laberinto a cielo abierto en medio de un monte encantado con 1267 variedades conocidas de plantas, incluyendo 55 tipos de orquídeas.


Buena parte del misterio se explica a partir de la existencia de dieciséis lagos ubicados a distinta altura y convenientemente comunicados entre sí. Las sales que llevan las aguas producen un efecto de calcificación de los vegetales que entran en contacto con ellas y –con el paso del tiempo- se transforman en toba calcárea: roca porosa y ligera que va adquiriendo las más diversas formas. Un muestrario de diques, puentes e islotes que han ido  mutando por la propia acción de los ríos, que son los auténticos arquitectos de este hábitat en el que 300 especies de mariposas conviven con pájaros, lobos y con el fornido oso pardo (no se asusten porque es tímido y no se deja ver así nomás).



Para visitar esta maravilla hicimos base en el Hotel Degenija (www.hotel-degenija.com)  a cinco kilómetros de la entrada Número 1 del parque. Nos alojamos en el anexo que resultó simpático y apropiado, con precios razonables, buenos espacios para estacionar y un restaurante de comida sencilla y sumamente popular (reserven mesa para evitar una larga fila de espera).




Los amantes furibundos de la naturaleza podrían pasar una vida en Plitvice pero a nosotros nos alcanzaron seis horas para llevarnos una idea de todos los encantos del parque, combinando caminata, un trayecto de 20 minutos en una silenciosa barca eléctrica, más caminata y un trencito ecológico que nos devolvió amablemente al punto de partida. Cada paso nos deparaba una nueva sorpresa al avanzar por los corredores de esa gigantesca Alhambra natural donde el arrullo de las aguas interpreta una interminable y majestuosa sinfonía.


Como una coda del rutilante concierto que habíamos presenciado al salir nos quedó tiempo para recorrer la cueva de Barac (a 12 kilómetros del parque, visita guiada de 45 minutos) donde se sospecha que hace 6000 años ya hubo asentamientos humanos.



Al volver al hotel con la luz del crepúsculo sentimos la satisfacción de haber espiado entre bambalinas algunas escenas del paciente y fructífero romance entre árboles, aguas y piedras;  en este rincón del mundo donde se confirma que no estamos regidos por el azar. El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice es una muestra palmaria de que en la Creación hay un plan, y que lo mejor que podemos hacer por nosotros y nuestra descendencia es descubrirlo, y disfrutarlo con gratitud y delicadeza.



3. Kolovoza -  DUGA LJUBAVNA PRIČA (Plitvička jezera – Hrvatska)
Za vrijeme istraživanja šuma i planina ljudi često hodaju dva ili tri sata da bi pronašli vodopad, pred kojim se zatim zadržavaju neko vrijeme što je vrhunac takvog puta...da bi zatim započeli povratak. Dvadesetak minuta nakon ulaska u Nacionalni park „Plitivička jezera“ (http://www.np-plitvicka-jezera.hr/) nađete se pred dvadeset vodopada i daljnjim hodanjem dolazite do bezbroja novih vodopada, slapova, potoka, vidikovaca, tirkiznih jezera, izvora koji formiraju labirint na otvorenom usred začarane šume s 1267 različitih vrsta biljaka, uključujući i 55 tipova orhideja.  
Dobar dio čarolije može se dočarati na temelju šesnaest jezera koja se nalaze na različitim visinama i koja su prikladno povezana. Minerali u vodama imaju učinak kalcifikacije biljaka koje su u doticaju s vodom i, s vremenom, stvaraju sedrene stijene (stijena koja je porozna i lagana i dobiva najrazličitije oblike). Pravi je to izlog brana, mostova i otočića koji su s vremenom mutirali zbog djelovanja rijeka, pravih arhitekata ovdašnjeg okoliša u kojemu 300 vrsta leptira živi skupa s pticama, vukovima i robusnog smeđeg medvjeda (ne trebate se bojati, sramežljiv je i bježi od očiju javnosti).
Zbog posjete ovom čarobnom mjestu smjestili smo se u Hotelu Degeniji (www.hotel-degenija.com) koji je pet kilometara udaljen od ulaza br. 1 u Park. Smjestili smo se u aneksu koji je simpatičan i u skladu s okuženjem, cijene su razumne, a ima i veliko parkiralište te restoran jednostavne i vrlo popularne hrane (rezervirajte stol kako biste izbjegli čekanje u dugačkom redu).
Najveći obožavatelji prirode mogli bi provesti čitav život u Plitvicama, ali nama je bilo dovoljno šest sati da bismo dobili ideju o svom bogatstvu Plitvica u kojemu smo kombinirali šetnju, 20 minuta plovidbe tihom električnom brodicom, još jedna šetnja te putovanje ekološkim vlakićem kojim smo se vratili u točku polaska. Prolaskom kroz hodnike ove prirodne Alhambre, gdje voda svojim šumom svira jednu beskonačnu veličanstvenu simfoniju, na svakom koraku bi nas čekalo novo iznenađenje.   
Kao kulminacija ovog sjajnog vodenog koncerta preostalo nam je dovoljno vremena za posjet Baraćevoj špilji (12 kilometara od Plitvica i 45 minutna posjeta uz vodiča) za koju se sumnja da je već prije 6000 godina bila nastanjena ljudima.
Povratkom u hotel uz zadnje zrake sunčeva svjetla bili smo ispunjeni spoznajom da smo špijunirali, iza zastora scene, strpljive i plodonosne romanse između drveća, voda i kamenja; u ovom kutku svijeta gdje se potvrđuje da nama ne upravlja slučajnost. Nacionalni park „Plitvička jezera“ očiti je dokaz da u stvaranju postoji plan, i da najbolje što možemo učiniti za nas i za naše potomke je njegovo otkrivanje te zahvalno i pažljivo uživanje u njemu.